
Todos conocemos el impacto que tiene en el medio ambiente los combustibles fósiles, las bolsas de plástico, los alimentos con aceite de palma… Pero, ¿qué daño supone tu armario? El costo ambiental de la moda rápida es menos obvio, sin embargo, los datos producen verdaderos escalofríos:
- En 2015, las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción textil superaron las de todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.
- La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio global de agua y del 10% de las emisiones globales de carbono.
- Los residuos textiles terminan en un vertedero.
- Más del 60% de las fibras de la tela son sintéticas y no se descomponen, continúan creciendo.
- La fabricación y el lavado de tejidos sintéticos contribuyen a la contaminación del agua.
Para cambiar esta realidad es fundamental el compromiso de los líderes de la industria, pero también nosotrxs, como consumidores, tenemos la responsabilidad y la capacidad de reducir el daño que produce nuestro propio armario.
Es más fácil el consumo rápido y despreocupado que tomar conciencia de la huella que estamos dejando, pero hoy vamos a intentar resumir con estos 4 tips para crear un fondo de armario sostenible y reducir así nuestro impacto en el medio ambiente:
- Busca calidad en lugar de cantidad
Las prendas de mayor calidad son más caras, pero es cuestión de organizarse y cambiar el chip. Sí, cuesta más, pero te durará mucho más tiempo y necesitarás comprar menos prendas por temporada. Comprar 10 artículos de alta calidad en lugar de 60 más baratos y menos ecológicos, hará que ahorres e inviertas. Y, por supuesto, reducirá tu huella de carbono.
Además el precio tiene sentido cuando las prendas se fabrican garantizando unas condiciones justas para los trabajadores y teniendo en cuenta una producción sostenible que respeta el entorno y el medioambiente.
- Reutiliza
En lugar de tirar los artículos de moda usados en un contenedor cualquiera, busca formas de darle una nueva vida a tu ropa, calzado y otros artículos. Si aún está en buen estado puedes comprar y donar en tiendas de segunda mano, vender o intercambiar prendas en apps como Vinted, alquilarlas…
3. Di adiós a las prendas con responsabilidad
Una vez que tu ropa haya llegado al fin de su vida útil, el vertedero debería ser el último destino al que recurrir. ¿Puedes convertirla en un paño? ¿Puedes deshacerlo y volver a tejer una nueva prenda? ¿Puede convertirse en parte de un proyecto de arte? Si has dicho no a todo, ¡no pasa nada! Busca entidades que acepten ropa dañada o incluso comunícate con la marca para que te aporten información.
4. Compra prendas de marcas sostenibles
¿Y qué es una marca ética o sostenible? Una empresa ética es la que busca que sus procesos de fabricación y producción no sean negativos para el medio ambiente y, además, aquella que tiene en consideración la responsabilidad social. Por el contrario, la moda rápida genera condiciones laborales y salariales injustas.
Comprar de manera sostenible juega un papel clave para reducir la huella que produce la moda rápida y no solo contribuyes al medio ambiente, también ayudas a los trabajadores.
Antes de comprar algo, tómate unos minutos para buscar información acerca de la marca.
TIP extra: Seguro que has oído aquello de “la prenda más sostenible es aquella que ya existe”. ¿Recuerdas esa chaqueta de tu madre o de tu padre que siempre te ha encantado? Pues esa es una de las prendas más sostenibles que puedes encontrar: ya está hecha, tiene una buenísima calidad y no pasa de moda con el paso de los años.

Sé responsable con el medio ambiente y crea tu fondo de armario sostenible, ¡sólo tenemos un planeta!
Deja un comentario